"Debes convertirte en el cambio que deseas ver en el mundo."

"Debes convertirte en el cambio que deseas ver en el mundo."
—Gandhi

viernes, 24 de enero de 2014

Contra el bullying

Los que hayáis estado siguiendo HyH un tiempo recordaréis que ya hice una entrada con este título, en la que promocioné el blog de Rise From The Ground, cuya autora (adolescente canaria) realiza un óptimo trabajo para prevenir y tratar esta terrible situación que cada vez se extiende más no sólo por nuestro país, sino por todo el mundo. Esta vez, sin embargo, la entrada será referida desde mi punto de vista.

"Es sólo un juego de niños": el pretexto más argüido y más cobarde para mirar hacia otro lado. ¿Cómo es posible que en cualquier momento parezca un juego de niños, me pregunto, indignada? Oh, es cierto, la visión más llamativa es la de las risas. Carcajadas, mofas, burlas y ataques hacia una persona que no ha hecho nada por merecerlos. No es un juego de niños. O, si lo es, considero preciso dejar claro lo crueles que son. En un juego todos se divierten; en el acoso escolar, no. Una palabra fuera de lugar, una acción equivocada sin ánimo de ofensa, un físico fuera del canon, es motivo suficiente, o mejor dicho excusa, para que se desate la impiedad de los inocentes escolares (por favor, nótese el sarcasmo); y con este primer "error", se acumulan miles de burlas e insultos, incluso agresiones físicas, a las que, por desgracia, demasiados adultos dan la espalda. El bullying no se acaba con la edad; en muchos casos, empeora. Puede parecer una exageración, pero desde la propia experiencia, puedo asegurar que no lo es.

El bullying destroza vidas, total, completa y literalmente. Los niños crecen en el seno del miedo, de la angustia y de la falta de autoestima; ser un adolescente ya es suficientemente complicado como para que alguien se meta contigo. Todos estos miedos, estas constantes ganas de llorar y demás sentimientos, demasiado dolorosos como para enumerarlos uno por uno, derivan en personas vacías, muertas por dentro, constantemente fingiendo y ocultando su verdadera personalidad o sentimientos. En el peor de los casos, y no tan poco común como muchos creen, lleva al suicidio. Quiero pediros, lectores, que sólo por un momento os pongáis en la piel de ese adolescente, ese chico o esa chica a la que han golpeado, apaleado y maltratado (física o verbalmente) durante AÑOS, hasta destruirles por completo; imaginaos lo que es empezar a creerte los insultos, a pensar que la culpa es tuya, a odiarte a ti mismo por no ser capaz de ser como todos. ¿Podéis haceros una idea? Ahora id un poco más allá: imaginaos cuán profundo y sangrante puede ser el dolor para hacerte desear morir.

No diré nada más al respecto. Salvo que no es un juego de niños.

El vídeo adjuntado muestra una historia descorazonadora y advierto a los lectores sensibles de los posibles choques emocionales que pueda causar.

2 comentarios:

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