"Debes convertirte en el cambio que deseas ver en el mundo."

"Debes convertirte en el cambio que deseas ver en el mundo."
—Gandhi

domingo, 22 de diciembre de 2013

Por la educación de casa

Como ya habréis deducido, para mí, la base de cualquier sociedad, de cualquier sistema y de cualquier forma libre de vida reside en la educación. Hay muchos tipos de educación, y ser educado no consiste en tener un título universitario, eso es más bien ser culto (¡ja! Otro tema que pienso atacar en mi próxima entrada; aquí no se salva ni el apuntador). La educación propiamente dicha consiste en tener los valores éticos y morales para alcanzar a ser buenas personas, para saber comportarnos como ciudadanos respetables y para que, véase quién, nos respeten. Mi profesora de Lengua de Primaria siempre decía "prefiero que suspendáis el examen a que seáis unos maleducados" (le mando un saludo desde aquí, si algún día se topare por casualidad con HyH).

La educación viene de casa. "No hay más ná". ¿Qué persona se considera "educada"? En realidad es una cuestión de pequeños detalles que hoy en día, por desgracia, pasan altamente desapercibidos por la mayoría, pero que, como todos los detalles, marcan una gran diferencia. La educación reside en gestos tan simples como aguantarle la puerta a la persona que viene detrás de nosotros, ceder nuestro sitio en el autobús a los que lo necesitan, no tirar basura al suelo, pedir perdón y dar las gracias... Es sentido común para algunos, pero por desgracia, este sentido es el menos común de todos. La importancia de dirigirnos correctamente a los demás es, siguiendo esta línea de "detalles", vital para hacer funcionar nuestra sociedad; este aspecto va fuertemente ligado al respeto (tema que trataré con más profundidad más adelante), y es lamentable ver con qué desprecio y superioridad se dirige cierta gente a, por ejemplo, los camareros. Una persona que ha recibido una educación adecuada (me reitero para que no se os vaya de la mente: la educación viene de casa) sabe y no duda en comportarse con educación, valga la redundancia, pidiendo las cosas por favor, en buen tono y, sobre todo, sin hacer desprecios; ¿cuántas veces vemos actitudes de superioridad ante los empleados que nos asisten en el establecimiento que sea? Esto es absolutamente deplorable, vergonzoso.

La educación se está perdiendo. ¿Y cuál es la solución? En mi opinión, en vez de hacer tanto dibujo animado "educativo", que están atontando a los niños de una manera absurda (sí, también me voy a meter con ellos en otra entrada), lo que hay que hacer, y que se ha hecho "de toda la vida", es tirar de la vieja zapatilla y enseñar a los niños a comportarse debidamente; en caso de que alguien me haya malinterpretado y esté en vías de llamar al teléfono de malos tratos, no estoy hablando de usar la violencia para reprender a los niños. Soy, en efecto, de esas personas que piensan que "una bofetada a tiempo quita mucha tontería", pero no es ni mucho menos necesario pegar a los niños; la clave está en ENSEÑAR, en REPRENDER, en EDUCAR. Son directrices muy sencillas, y aunque pueda parecernos un mundo, la clave del éxito reside en la mismísima cabecera de Humana y Humanista: se enseña con el ejemplo. Los adultos cada vez están más ocupados y pasan menos tiempo con sus hijos, eso es cierto, y una realidad frente a la que poco se puede hacer, pero la impresión que se me presenta es que muchos progenitores usan esta situación como excusa para descuidar la educación de sus hijos. ¿Qué está pasando? ¿Estáis los adultos realmente tan ocupados como para no tener tiempo de castigar a vuestro hijo cuando se porta mal? ¿Tanto miedo tenéis de imponeros y dar una lección? No sé a vosotros, lectores, pero a mí me han inculcado ciertas cosas desde que era pequeña, y no me las han enseñado en el colegio. Aunque muchos no se lo crean, los profesores no están para educar a los niños; la tarea de un profesor es adoctrinar, enseñar conocimientos para formar personas culturalmente completas y competentes, no dar azotes.

Necesitamos enseñar a nuestros niños de ahora (que, como ya estáis hartos de oírme decir, son los adultos del mañana) a ser buenos conciudadanos, pues, por desgracia para muchos, no vivimos solos; y resulta que los niños poseen una cualidad fascinante que es la de la imitación. Nadie nace sabiendo. Por eso es imprescindible que enseñemos, que hagamos personas, y sobre todo que no releguemos nuestras tareas a otros (véase el colegio o los ya mencionados dibujos animados "educativos"); las responsabilidades que acarrea un hijo son muchas; yo diría que su educación es la más importante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ayúdame a mejorar dejándome tu idea: