"Debes convertirte en el cambio que deseas ver en el mundo."

"Debes convertirte en el cambio que deseas ver en el mundo."
—Gandhi

domingo, 15 de diciembre de 2013

Por la educación

Nuestro país sufre una crisis educacional que nos está alejando del progreso y del crecimiento tanto económico como social, debido a la dejadez e ineficacia de nuestro Sistema Educativo. Como ya introduje en la entrada anterior, el Sistema es demasiado poco exigente, permitiendo todo tipo de faltas que no pasarían por alto en cualquier otro país europeo, lo que acaba repercutiendo en informes de carácter internacional como el Informe PISA, que nos coloca a la cola de toda la UE; y lo que es más, el actual Sistema está fomentando que los alumnos renieguen del conocimiento.

Tal y como se presenta, ahora sabemos "mucho de todo", pero al final no sabemos nada de nada, porque entre rocas con textura lepidoblástica, alomorfos de palabras, ecuaciones trigonométricas y física cuántica, nos estamos dejando por el camino la lengua y la aritmética. ¿De qué sirve que un quinceañero sepa descomponer la palabra "aterrizaje" en morfemas, lexemas y sabe Dios qué otras invenciones de nuestra respetada Real Academia, si todavía tartamudea al leer un texto? ¿De que sirve saberse la vida de Antonio Machado mejor que él mismo si no se entiende lo que se lee? ¿Cuál es la función de los límites y las funciones logarítmicas si los alumnos tienen que usar la calculadora para restar una fracción? La carrera tecnológica de las últimas décadas ha transformado profundamente la concepción de la educación (al menos en España, que nos gusta ir de modernos y al final acabamos metiendo la pata), creando un sistema educativo que bombardea a los alumnos con contenidos demasiado específicos antes de asentar las bases fundamentales; es decir, nos enseñan a correr antes que a andar.

Por otro lado, centrándonos en el tema de la permisividad, al conceder tantas "oportunidades" para aprobar una asignatura (del examen suspenso a diciembre, a junio, a septiembre, e incluso al siguiente curso según la asignatura con el suspenso en cuestión pendiente para las próximas convocatorias), se está fomentando la vagancia y el desinterés, pues los alumnos saben que no necesitan "hacer ni el huevo" para acabar aprobando, en muchos casos además porque "son aprobados" para que se quiten del medio. Esta falta de exigencia se traduce en que los niños arrastran déficit de conocimientos de un año a otro, y al siguiente, y al posterior, hasta que al final se caen con todo el equipo al verse totalmente incapaces de seguir las explicaciones del docente. Además, la estructura del sistema contempla un bombardeo absurdo de conocimientos teóricos que "no sirven para nada" a ojos del alumno, pues aparecen presentados como pura teoría, y acaba derivando a que los niños "estudian para el examen y luego se olvidan de todo". Visto desde más arriba, explotar la memoria para que los alumnos se planten en la silla el día del examen y escriban como autómatas siete folios acerca de Da Vinci, por ejemplo, sin tener ni idea de lo que están contando, es un método que lleva al no pensar. Tú copias lo que pone en la pizarra, te lo estudias, haces el examen, pasas de curso, y sigues. Así hasta que te das de bruces con la realidad o mueres en la más tierna y completa ignorancia.

El sistema, la EDUCACIÓN, consiste en enseñar, precisamente, a pensar, a ser capaces de formarnos nuestras propias ideas, de querer indagar y de fomentar la curiosidad, el amor por la cultura y las ganas de aprender. No podemos ir por la vida "estudiando para el examen" porque no vamos a llegar a ningún lado; la competencia cada vez es mayor, ya no a nivel nacional, ni internacional, sino a nivel mundial. Que se dice pronto. ¿Y qué hacemos nosotros? Inventarnos asignaturas de relleno (en efecto, queridos bachilleres, me refiero a CMC), arrastrar contenidos y fomentar la desinformación. Las clases de debate deberían ser obligatorias, debería haber una mayor influencia de las artes, la filosofía debería implantarse mucho antes, y, sobre todo, la educación debería contemplar una enseñanza de carácter GENERAL, es decir, que todos aprendiéramos economía, matemáticas, biología, literatura, música e incluso lenguas clásicas ANTES de especializarnos y convertirnos en expertos en física, derecho o medicina. Es imperativo que aprendamos a pensar antes de evolucionar, porque no hay una sin la otra.

Todos estos cambios están en nuestras manos, pero primero debemos darnos cuenta que la Educación no es un tema de política, es un tema de humanismo. La educación lo es todo, porque como siempre digo, los niños de hoy serán los adultos del mañana. Aquellos a los que les negamos una educación de calidad tendrán que pagar nuestras pensiones, y "levantar el país" como no lo están haciendo ahora. No podemos dejar el cambio "para mañana", tenemos que empezar desde ya y desde abajo. La riqueza de un país no se mide sólo por su productividad, por su liderazgo en los mercados internacionales o por su renta per cápita. La riqueza de un país se mide en la cultura de sus habitantes.


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